Reservamos para almorzar 4 amigos que viajábamos en moto. Salón con chimenea, la comida espectacular, buena carne, servicio rápido y muy atento y con bodega propia. El señor (supongo sería el dueño) del restaurante nos obsequio con una botella de cosecha propia, todo un bonito detalle por su parte. Con toda seguridad repetiremos. Recomendado 100%.